Esta crueldad traspasa el aire,
Las ventanas y las promesas.
Abandona, pues, la certeza de tus palabras
Antes de que tengamos que aprender a olvidar.
Y ven conmigo a la lógica incierta
De nuestros besos, dos máscaras
Que emergen.
Abandonémonos en las esquinas
Desoladas de la noche para aprender
La nieve desde el frío.
Ven conmigo, pues, animal de memoria,
Tú que siempre ostentaste
la tensa belleza de otra época,
más que histriónica, atávica.
Vayamos pues, a perturbar nuestros corazones,
Pero esta despedida no, no esta despedida.
Se tiende la noche en los cristales,
Cierta y absoluta. ¿Acaso no me ves?
Cierta y terrible, como tu palabra asesina.
UN LLENÇOL PER EMBRUTAR. Salvador Iborra Mallol.
LA MADONNA
Suscribirse a:
Enviar comentarios (Atom)
No hay comentarios:
Publicar un comentario